24 de septiembre de 2014

Somebody That I Used To Know

Hace ya un año que te fuiste, ese esplendido viaje, esa emocionante aventura que empezó con un adiós en un aeropuerto, ese sabor al ultimo beso, ese día en el que te fuiste, en el que desapareciste para siempre, Sí, desapareció para siempre la persona con la que solía estar, sus palabras ya no eran las mismas, había muerto, pero yo me encabezoné en tener la razón, en llevar la contraria a todos los que me decían que se había acabado en el mismo momento en el que yo pensaba que solo sería hasta las horribles, y desde hace un año, fatídicas navidades que no hicieron más que recordarme que desde luego lo habíamos perdido todo.

Este año ha sido duro, evidentemente, es solo que a veces  la nostalgia nos puede a todos un poco y nos da por recordar momentos pasados con alguien a quien solíamos conocer pero que ya no está. Esas personas que hacían que se nos moviese el piso, que temblase el mundo, que nos mantenían en movimiento, se van, es así, todos absolutamente antes o después se acaban marchando, si no que me lo digan a mi, que no me he podido cansar más este año en decir adiós, decirle adiós, decirles adiós a muchos otros, admitir que la gente está de paso en nuestra vida y que antes o después simplemente les recordaremos como lo bonito que fue, pero lo que no quieres que regrese es una constante.

Son esos malos momentos, que te van desgastando, los que a mí al menos, me hacen más viejo, más astuto, más desconfiado, más cerrado sobre mi mismo, y más amurallado, como solo puede ser cuando levantas poco a poco una defensa, un alto muro que separa tu corazón del del resto de las personas, para así, aunque esté viejo y roto, no sea machacado más veces, no haga nadie más lo que con tanta precisión hiciste, pero a veces te sorprende de vez en cuando ver que hay gente que sin proponerselo siquiera salta ese muro y se instala allí, en las ruinas de días pasados conviviendo y luchando con la impronta que nos deja lo que nos arrasa.

Hoy, bueno aproximadamente, hace un año, y hoy en día puedo decir que no me arrepiento de lo que pasó, que he crecido, que soy fuerte y que ya por fin no te necesito.

Hoy soy libre